Los beneficios del ejercicio terapéutico en el dolor crónico

Beneficios del ejercicio terapéutico para el dolor croncio

El dolor crónico es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, y que se caracteriza por la persistencia del dolor el cual puede tener un impacto negativo en la calidad de vida, el estado de ánimo, el sueño, el trabajo y las relaciones sociales.

Sin embargo, no tiene por qué ser una sentencia de por vida. Existen diversas estrategias para afrontarlo y mejorar el bienestar de las personas que lo sufren. Una de ellas es el ejercicio terapéutico, el uso del movimiento y la actividad física como parte del tratamiento del dolor.

Dolor crónico en personas jóvenes

El ejercicio terapéutico tiene múltiples beneficios para el dolor crónico, tanto a nivel físico como psicológico. Algunos de ellos son:

  • Mejorar la función y la movilidad de las articulaciones y los músculos, lo que reduce la rigidez y el malestar.
  • Aumenta la fuerza y la resistencia, lo que facilita la realización de las actividades de la vida diaria y previene el deterioro físico.
  • Estimula la liberación de endorfinas, sustancias químicas que producen una sensación de placer y alivian el dolor.
  • Mejora el estado de ánimo, la autoestima, la confianza y la motivación, lo que ayuda a combatir la depresión y la ansiedad asociadas al dolor crónico.
  • Favorece el sueño, la relajación y el manejo del estrés, lo que contribuye a una mejor recuperación y a una menor sensibilidad al dolor.
  • Promueve la socialización y el apoyo, lo que reduce el aislamiento y el sentimiento de soledad que a menudo se acompañan al dolor crónico.

Ejercicios para el dolor crónico

El ejercicio terapéutico debe ser adaptado a las características, necesidades y objetivos de cada persona, y supervisado todo por un profesional de la salud. Algunos ejemplos de ejercicio terapéutico son:

  • Ejercicios aeróbicos, como caminar, nadar, montar en bicicleta o bailar. Estos ejercicios mejoran la circulación, la capacidad respiratoria y el consumo de oxígeno.
  • Ejercicios de fortalecimiento, como levantar pesas, hacer bandas elásticas o usar máquinas de resistencia. Estos ejercicios aumentan la masa muscular y el metabolismo.
  • Ejercicios de flexibilidad como el pilates, que mejoran la elasticidad y el rango de movimiento de los tejidos.
  • Ejercicios de equilibrio y coordinación, como hacer thai chi, jugar al tenis o al golf, que mejoran la estabilidad y la agilidad.
  • Ejercicios de propiocepción y control motor, como hacer ejercicios de estabilización lumbar o cervical. Este tipo de ejercicios mejoran la percepción corporal, control de la postura y el movimiento.

El ejercicio terapéutico es una herramienta eficaz y segura para el manejo del dolor crónico, siempre que se realice de forma adecuada y progresiva. El ejercicio terapéutico no solo reduce el dolor, sino que también mejora la salud y la calidad de vida de las personas que lo practican. Por eso, el ejercicio terapéutico es una de las mejores medicinas para el dolor crónico.

 

Técnicas invasivas en fisioterapia

Tecnicas invasivas en fisioterapia

En ocasiones, es necesario recurrir a técnicas invasivas para lograr una recuperación efectiva y rápida.

Una de las técnicas invasivas más utilizadas en fisioterapia es la punción seca. Esta técnica consiste en la inserción de una aguja de acupuntura en el punto gatillo de un músculo para aliviar el dolor y restaurar la función muscular. La punción seca es especialmente efectiva en el tratamiento de contracturas musculares, tendinitis y otras lesiones musculares.

Otra técnica invasiva común en fisioterapia es la electrólisis percutánea intratisular (EPI). Esta técnica consiste en la introducción de una aguja conductora a través de la piel hasta el tejido blando lesionado, para aplicar corrientes eléctricas de baja intensidad. La EPI ayuda a romper las adherencias y favorece la regeneración de los tejidos lesionados, acelerando así el proceso de recuperación.

La terapia manual invasiva es otra técnica utilizada en fisioterapia que consiste en la manipulación de tejidos blandos mediante técnicas como el masaje transverso profundo o la movilización articular. Esta técnica ayuda a liberar tensiones musculares, mejorar la circulación sanguínea y restaurar el rango de movimiento de las articulaciones.

Aunque las técnicas invasivas en fisioterapia pueden resultar efectivas en el tratamiento de ciertas lesiones musculoesqueléticas, es importante tener en cuenta que no están exentas de riesgos y complicaciones. Por ello, es fundamental que sean realizadas por fisioterapeutas especializados y debidamente entrenados en estas técnicas.

En conclusión, las técnicas invasivas en fisioterapia son una opción efectiva para el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, especialmente cuando los tratamientos convencionales no han dado los resultados esperados. Sin embargo, es importante que sean realizadas por profesionales capacitados y que se tomen todas las medidas de precaución necesarias para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. 

En nuestro centro contamos con tratamientos invasivos tales como la punción seca, la EPI, neuromodulación de nervios periféricos (NMP) entre otros.